
El líquido amniótico, que rodea y protege al embrión en desarrollo dentro del útero, se examina durante la amniocentesis. Las células fetales que flotan en el líquido pueden examinarse para detectar anomalías cromosómicas como el síndrome de Down. Además, el líquido puede examinarse para detectar anomalías del tubo neural, como la espina bífida.
A menudo, los resultados de las pruebas están disponibles en unas pocas semanas. Cuando se trata de identificar anomalías cromosómicas como el síndrome de Down, tienen una precisión superior al 99%. Además, prácticamente todos los problemas del tubo neural pueden detectarse con esta prueba.
El momento típico para realizar la amniocentesis es entre las semanas 15 y 20 de embarazo.
Su médico puede aconsejarle la amniocentesis en las siguientes circunstancias:
- Tiene más de 35 años.
- Es necesario realizar más pruebas, según determine su cribado.
- Tiene más probabilidades de que el feto desarrolle anomalías congénitas específicas u otras enfermedades debido a sus antecedentes familiares.
- Tiene algún hijo que haya nacido con una anomalía congénita grave.
La amniocentesis suele ser indolora y segura. Tras la amniocentesis, la probabilidad de aborto es muy pequeña. Menos de una de cada 100 mujeres sometidas a la prueba puede sufrir un aborto espontáneo. Usted decide si quiere someterse a la pruebas genéticas y qué pruebas desea hacer.
¿Cómo se hace exactamente una amniocentesis?

La amniocentesis suele causar pocas molestias y éstas suelen ser mínimas o casi nulas.
¿Cuál es el precio de una amniocentesis?
El precio de la amniocentesis varía en función de dónde se realice. Muchos seguros médicos cubren al menos una parte del gasto; no obstante, debe confirmarlo con su proveedor de seguros.
Usted será responsable de pagar la amniocentesis si no tiene seguro médico o si su plan no la cubre. Puede obtener más información sobre el precio de esta prueba y los planes de pago disponibles en el consultorio de su médico.